Emergiendo de la niebla aparecía la figura de Marc Soler (30 años) en la cima mítica de los Lagos de Covadonga, inscribiendo su nombre en la codiciada lista de corredores que han logrado estampar su firma en este coloso asturiano que siempre ha estado teñido de épica y que tantas jornadas de gloria ha dado al ciclismo. Después de ser tercero en tres ocasiones en las etapas previas de La Vuelta y de ser uno de los corredores más combativos de la carrera, el de Vilanova i la Geltrú lograba una incontestable victoria, su tercer triunfo también en La Vuelta tras lo de 2020 y 2022, después de ser el hombre más fuerte de la escapada del día.
Soler centraba la atención del día, con permiso de la batalla que se estaba librando entre los mejores ciclistas de la carrera. El australiano Ben O’Connor defendía 1’03» respecto al esloveno Primoz Roglic en una etapa dantesca, de 181,5 kilómetros con tres colosos a subir y bajar, el Mirador del Fito (1ª), Collada Llomena (1ª) y Lagos de Covadonga, la única ascensión de esta Vuelta de categoría especial. Un día peleado de inicio a fin, con la numerosa escapada de 17 ciclistas en cabeza que fue perdiendo unidades a medida que se devoraban kilómetros y con el grupo de los notables tratando de estudiar a sus rivales para encontrar la más mínima debilidad y aprovecharla. O’Connor sufrió lo que no está escrito. Se defendió otro día más como un auténtico jabato para lograr mantener el liderato de la ronda española por sólo 5 segundos. Dijo en la previa el de Decathlon-AG2R que si lo hacía bien en Lagos tenía una oportunidad de ganar la Vuelta. Veremos qué sucede en el resto de etapas que restan de aquí a domingo, ya que la diferencia es efímera y la amenaza de Roglic y su calculadora parece que acabará teniendo su premio.
La etapa empezaría a tensarse de verdad en e ascenso a Collada Llomena, a 61 kilómetros de meta. Movistar Team tomaba el relevo del Decathlon AG2R y asumía el mando del grupo de los notables. Enric Mas tenía piernas y quería forzar el ritmo de sus rivales, así como Mikel Landa. Ambos tensaron la cuerda, pero sus rivales coronaron todos juntos y todos se lanzaron a un peligroso descenso, en el que por delante Van Aert se iba al suelo y tenía que abandonar la carrera. Mala suerte de nuevo para el belga, ganador de tres etapas y líder de la montaña y de la regularidad.
El ganador del día iba a salir del grupo delantero, en el que Marc Soler pudo con Filippo Zana y Max Poole, los tres más fuertes en la hora de la verdad de la subida a Los Lagos de Covadonga (12,2 km al 7% con rampas de hasta el 15%).
Enric Mas, siempre al ataque
De nuevo Enric Mas, el nuevo Enric Mas, atacaría hasta en dos ocasiones en el tramo duro de La Huesera, donde la recta se hacía interminable y las rampas eran del 15%. Landa lo intentó también y acabó acusando el esfuerzo, con un Roglic que no apareció al ataque en ningún momento. Peor lo pasaba O’Connor que a 5,8 kilómetros y ya sin compañeros se quedaba, pero el australiano supo regalarse y ayudado por los ‘tramos de descanso’ de los Lagos de Covadonga pudo salvar el liderato por sólo cinco segundos, quedando cinco etapas todavía por delante.
No llegó O’Connor a perder el liderato en ningún momento y pese a los ataques de Mas, Landa y Roglic, el australiano salva hoy y de forma merecida el liderato, después de una nueva y apasionante jornada de ciclismo en La Vuelta. Lagos de Covadonga nunca defrauda.
SEPU
El chubutense Eduardo Sepúlveda (Lotto Dstny) finalizó 112º en la etapa y se ubica 96º en la general.
Info: Mundo Deportivo
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