El Tour de Francia 2023, cuya ‘Gran Salida’ se dará en el País Vasco con una primera etapa en Bilbao el 1 de julio, finalizará el 23 de julio en París, al término de un recorrido de 3.404 km, tras pasar por los cinco macizos montañosos galos. En la conquista del maillot amarillo se vivirá un episodio decisivo y lleno de emoción en el Puy de Dôme, donde se disputará una llegada del Tour 35 años después de la victoria del danés Johnny Weltz. El retorno de esta legendaria ascensión se verá acompañado por la presencia de lugares que están llamados a cobrar cada vez más protagonismo en ediciones futuras como el Grand Colombier o el Col de la Loze. La única contrarreloj del Tour 2023 serán los 22 kilómetros entre Passy y la estación de Combloux de Alta Saboya. Los sprinters tendrán ocasión de lucirse en llegadas prestigiosas en Bayona y en Burdeos, así como en Limoges, Moulins o Poligny, antes de la meta final en los Campos Elíseos.
En Bilbao, el próximo 1 de julio, el Tour de Francia celebrará sus 120 años. La Gran Salida del País Vasco ofrece precisamente un decorado lleno de carreteras que rinden homenaje a los pioneros de 1903, puesto que sus herederos entrarán rápidamente en una secuencia de etapas pirenaicas, donde no faltarán las sorpresas, tanto del lado español como del lado francés. Los atacantes se sentirán cómodos en tierra de la Clásica de San Sebastián (etapa 2), mientras que los esprintes, en principio, tendrán vía libre en Bayona (etapa 3), luego en el circuito de Nogaro (etapa 4), mientras los escaladores van preparando las pendientes de las etapas de Laruns (etapa 5) y de Cauterets-Cambasque (etapa 6). Las raras salidas del Tour que se han celebrado en el Sur siempre han anunciado un programa denso. Sin embargo, en esta ocasión la suma de 30 ascensiones de categoría 2 o superior se debe principalmente al Grand Slam previsto para esta edición, puesto que el pelotón visitará los cinco macizos montañosos de Francia.
En esta colección de subidas más o menos exigentes, el pelotón tendrá los ojos puestos en el Puy de Dôme (etapa 9), cuya carretera se abre de nuevo a los corredores del Tour (pero no a sus fans) 35 años después de la última escalada a la cima sobre Clermont-Ferrand. Este reencuentro recordará imágenes del duelo Anquetil-Poulidor en 1964 o de la victoria de Fausto Coppi en 1952, edición de las primeras grandes llegadas en alto, lo que promete una primera batalla de alta tensión entre los aspirantes al título. Los últimos cuatro kilómetros de asfalto antes de la meta, con una pendiente media de cerca del 12%, podrían ser la mecha que encienda de nuevo el volcán durmiente.
Los campeones tienen una cita con el Puy de Dôme, pero también con las cimas en las que se perfilan pugnas feroces en el futuro. Se presenta, por ejemplo, una leyenda emergente el día de la fiesta nacional de Francia, con una batalla prevista en el Grand Colombier (etapa 13), segunda vez en la historia de la prueba en la que se pintará aquí la línea de meta. Y después de la cima del Jura, los corredores medirán fuerzas en el Col de la Loze, justo antes de bajar volando al altipuerto de Courchevel (etapa 17), para rematar la secuencia en los Alpes en la que los más fuertes se convertirán en intocables. El Col de Joux Plane y su descenso antes de Morzine (etapa 14), la subida a Bettex al día siguiente (etapa 15), así como la cota de Domancy en el programa de la única crono del Tour (etapa 16) se encargarán de hacer y deshacer la clasificación jerárquica entre un puñado de corredores candidatos al maillot amarillo.
El temperamento de los favoritos esperados en la prueba que se ha podido observar en todas las carreteras del mundo deja claro que no son de los que dejan escapar una oportunidad para asestar un buen golpe. Una de ellas se presentará la víspera de la meta final, gracias a una etapa accidentada en los Vosgos en dirección al Markstein con un desnivel positivo de 3.500 metros en tan solo 133 km, en los que se tendrá que superar, entre otros, el Col de la Schlucht, el Petit Ballon y el Platzerwasel (etapa 20). El veredicto en Alsacia se celebrará al día siguiente en los Campos Elíseos, donde culminará el festival del sprint, tras pasar por Burdeos, Limoges, Moulins o Poligny.
Los equipos invitados en esta ocasión han sido el Israel – Premier Tech, descendido de categoría pero con posibilidad de disputar casi todo el WorldTour por un cambio normativo de última hora, y Uno-X Pro Cycling Team, que solicitó el ascenso a la máxima categoría y que ha recibido este premio en forma de estreno en una gran vuelta. Ambos se unen a los 18 WorldTeams y a los dos mejores ProTeams según el ranking de puntos UCI de la pasada temporada: el Lotto – Dstny y el TotalEnergies.
El Tour de Francia 2023, cuya ‘Gran Salida’ se dará en el País Vasco con una primera etapa en Bilbao el 1 de julio, finalizará el 23 de julio en París, al término de un recorrido de 3.404 km, tras pasar por los cinco macizos montañosos galos. En la conquista del maillot amarillo se vivirá un episodio decisivo y lleno de emoción en el Puy de Dôme, donde se disputará una llegada del Tour 35 años después de la victoria del danés Johnny Weltz. El retorno de esta legendaria ascensión se verá acompañado por la presencia de lugares que están llamados a cobrar cada vez más protagonismo en ediciones futuras como el Grand Colombier o el Col de la Loze. La única contrarreloj del Tour 2023 serán los 22 kilómetros entre Passy y la estación de Combloux de Alta Saboya. Los sprinters tendrán ocasión de lucirse en llegadas prestigiosas en Bayona y en Burdeos, así como en Limoges, Moulins o Poligny, antes de la meta final en los Campos Elíseos.
En Bilbao, el próximo 1 de julio, el Tour de Francia celebrará sus 120 años. La Gran Salida del País Vasco ofrece precisamente un decorado lleno de carreteras que rinden homenaje a los pioneros de 1903, puesto que sus herederos entrarán rápidamente en una secuencia de etapas pirenaicas, donde no faltarán las sorpresas, tanto del lado español como del lado francés. Los atacantes se sentirán cómodos en tierra de la Clásica de San Sebastián (etapa 2), mientras que los esprintes, en principio, tendrán vía libre en Bayona (etapa 3), luego en el circuito de Nogaro (etapa 4), mientras los escaladores van preparando las pendientes de las etapas de Laruns (etapa 5) y de Cauterets-Cambasque (etapa 6). Las raras salidas del Tour que se han celebrado en el Sur siempre han anunciado un programa denso. Sin embargo, en esta ocasión la suma de 30 ascensiones de categoría 2 o superior se debe principalmente al Grand Slam previsto para esta edición, puesto que el pelotón visitará los cinco macizos montañosos de Francia.
En esta colección de subidas más o menos exigentes, el pelotón tendrá los ojos puestos en el Puy de Dôme (etapa 9), cuya carretera se abre de nuevo a los corredores del Tour (pero no a sus fans) 35 años después de la última escalada a la cima sobre Clermont-Ferrand. Este reencuentro recordará imágenes del duelo Anquetil-Poulidor en 1964 o de la victoria de Fausto Coppi en 1952, edición de las primeras grandes llegadas en alto, lo que promete una primera batalla de alta tensión entre los aspirantes al título. Los últimos cuatro kilómetros de asfalto antes de la meta, con una pendiente media de cerca del 12%, podrían ser la mecha que encienda de nuevo el volcán durmiente.
Los campeones tienen una cita con el Puy de Dôme, pero también con las cimas en las que se perfilan pugnas feroces en el futuro. Se presenta, por ejemplo, una leyenda emergente el día de la fiesta nacional de Francia, con una batalla prevista en el Grand Colombier (etapa 13), segunda vez en la historia de la prueba en la que se pintará aquí la línea de meta. Y después de la cima del Jura, los corredores medirán fuerzas en el Col de la Loze, justo antes de bajar volando al altipuerto de Courchevel (etapa 17), para rematar la secuencia en los Alpes en la que los más fuertes se convertirán en intocables. El Col de Joux Plane y su descenso antes de Morzine (etapa 14), la subida a Bettex al día siguiente (etapa 15), así como la cota de Domancy en el programa de la única crono del Tour (etapa 16) se encargarán de hacer y deshacer la clasificación jerárquica entre un puñado de corredores candidatos al maillot amarillo.
El temperamento de los favoritos esperados en la prueba que se ha podido observar en todas las carreteras del mundo deja claro que no son de los que dejan escapar una oportunidad para asestar un buen golpe. Una de ellas se presentará la víspera de la meta final, gracias a una etapa accidentada en los Vosgos en dirección al Markstein con un desnivel positivo de 3.500 metros en tan solo 133 km, en los que se tendrá que superar, entre otros, el Col de la Schlucht, el Petit Ballon y el Platzerwasel (etapa 20). El veredicto en Alsacia se celebrará al día siguiente en los Campos Elíseos, donde culminará el festival del sprint, tras pasar por Burdeos, Limoges, Moulins o Poligny.
Los equipos invitados en esta ocasión han sido el Israel – Premier Tech, descendido de categoría pero con posibilidad de disputar casi todo el WorldTour por un cambio normativo de última hora, y Uno-X Pro Cycling Team, que solicitó el ascenso a la máxima categoría y que ha recibido este premio en forma de estreno en una gran vuelta. Ambos se unen a los 18 WorldTeams y a los dos mejores ProTeams según el ranking de puntos UCI de la pasada temporada: el Lotto – Dstny y el TotalEnergies.
Etapa 1: Bilbao – Bilbao, 182 km (sábado 1 de julio)
Bilbao acogerá el Gran Départ del Tour de Francia 2023 con una jornada inaugural con esa marcada esencia a clásica que acostumbran a presentar las etapas vascas: un perfil repleto de cortas, pero explosivas cotas por la provincia de Bizkaia. Un perfil quebrado, de dientes de sierra que augura una batalla muy abierta en busca del primer maillot amarillo.
Etapa 2: Vitoria-Gasteiz – San Sebastián, 209 km (domingo 2 de julio)
La segunda jornada vasca será la más larga del Tour. Se mantiene fiel al estilo con otro perfil quebrado por multitud de ascensiones que en este caso tienen mayor entidad, lo que puede favorecer que algún escalador termine triunfando. El recorrido giro sobre las carreteras habituales de La Clásica de San Sebastián como la ascensión al emblemático Jaizkibel a 30 km de la meta.
Etapa 3: Amorebieta-Etxano – Bayona, 185 km (lunes 3 de julio)
La tercera jornada en suelo vasco finalizará en Francia. Todo apunta a que Bayona asistirá al primer al sprint de la ronda gala, a pesar de que en los primeros 100 kilómetros se concentran hasta cuatro ascensiones de tercera y cuarta.
Etapa 4: Dax – Nogaro, 182 km (martes 4 de julio)
Nueva jornada para las balas del pelotón. La Cota de Demu (2,1 km. al 3,5%) no debería ser un problema para los equipos de los sprinters. La recta final de la etapa de 800 metros promete espectáculo hasta el último suspiro y un final de foto finish
Etapa 5: Pau – Laruns, 165 km (miércoles 5 de julio)
Los Pirineos llegan en la primera semana y llaman a la puerta de los favoritos por la general. Una quinta jornada en la que se ascenderá el Col de Soudet (15,1 km al 7,2%) y el exigente Marie-Blanque (7,7 km al 8,8%) que llega a 18 kilómetros de meta. Clásico día en el que nadie ganará el Tour, pero que alguno puede perderlo.
Etapa 6: Tarbes – Cauterets-Cambasque, 145 km (jueves 6 de julio)
Sin duda una etapa que recoge todo la esencia de los Pirineos en el Tour de Francia, pero sobre la que se echa en falta algo más de kilometraje. El primer final en alto de la Grande Boucle llega en Cauterets-Cambasque (16 km al 5,4%). Previamente se asciende el icónico encadenado del Col d’Aspin (12 km al 6,5%) y Col du Tourmalet (17,1 km al 7,3%) que se coronará a menos de 50 km de la meta.
Etapa 7: Mont-de-Marsan – Burdeos, 170 km (viernes 7 de julio)
Tras los Pirineos, los equipos de los sprinters deben volver a dar un paso al frente. Burdeos, que ha sido final de etapa en 76 ediciones, regresa 13 años después al recorrido del Tour con un final al sprint que llegará precedido de dos kilómetros en línea recta y meta cerca de la plaza de los Quinconces. Mark Cavendish fue el último ganador en Burdeos en 2010.
Etapa 8: Libourne – Limoges, 201 km (sábado 8 de julio)
El Tour se asoma al Macizo Central con una etapa perfecta para las emboscadas. La segunda etapa más larga de la actual edición del Tour, finaliza con 80 kilómetros trufados de pequeñas colinas que pueden favorecer que una fuga bien organizada o un ataque de un buen clasicómano termine triunfando.
Etapa 9: Saint-Léonard-de-Noblat – Puy de Dome, 184 km (domingo 9 de julio)
La primera semana del Tour con más montaña en muchas ediciones echa el cierre con final en el Puy de Dome. Un puerto de 12 kilómetros con una media al 7% y unos cinco kilómetros finales súper exigentes que no bajan del 11%. Johnny Weltz en 1988 fue el último ganador en esta célebre cima que ha sido final de etapa del Tour en 14 ocasiones.
Etapa 10: Vulcania – Issoire, 167 km (martes 11 de julio)
Tras el primer día de descanso, jornada perfecta para los caza etapas del pelotón. Un día señalado en rojo por algunos de los para los especialistas en resolver escapadas de nivel.
Etapa 11: Clermont-Ferrand – Moulins, 180 km (miércoles 12 de julio)
La pelea por el maillot verde vuelve a acaparar el protagonismo en una de las pocas jornadas para sprinters que surgen en la segunda semana de la Grande Boucle. Tras un recorrido marcado por los sube y baja, la volata en Moulins llegará precedida por más de un kilómetro de recta final.
Etapa 12: Roanne – Belleville-en-Beaujolais, 169 km (jueves 13 de julio)
Otro día en el que una buena fuga organizada puede terminar triunfando. Jornada entre viñedos en el que las ascensiones finales a la Croix Montmain (5,5 km. al 6,1%) y de la Croix Rosier (5,3 km. al 7,6%) puede realizar la selección definitiva por la etapa. El final en rampa hará que el más fuerte termine por imponer su ley.
Etapa 13: Châtillon-sur-Chalaronne – Grand Colombier, 138 km (viernes 14 de julio)
El día de La Bastilla llega con una de las grandes jornadas montañosas del Tour y uno de los días clave de la segunda semana. Será una jornada de esfuerzo corto, pero muy intenso con final en el eterno y duro Grand Colombier. (17,4 km al 7,1%). Se trata del final en alto más exigente de la actual edición del Tour. Pogacar ya sabe lo que es ganar en esta ascensión como quedó patente en el Tour 2020.
Etapa 14: Annemasse – Morzine Les Portes du Soleil, 152 km (sábado 15 de julio)
Jornada de alta montaña marcada por un final precedido por un descenso técnico y rápido. El Col du Joux Plane, con más de 11 km al 8,5% de pendiente media, es la última de las cuatro ascensiones que marcan la jornada, pero la llegada a meta en bajada puede difuminar las diferencias de maneras sustancial.
Etapa 15: Morzine Les Portes du Soleil – Saint-Gervais Mont-Blanc, 179 km (domingo 16 de julio)
El día más largo en los Alpes. Final en alto a las faldas del Mont Blanc que llegará precedido por el encadenado que forman la Cota des Amerands (2,7km al 11%) y Saint-Gervais Mont Blanc (7km al 7,7%) Ni un metro llano en un día fundamental para la general.
Etapa 16: Passy – Combloux, 22 km CRI (martes 18 de julio)
La tercera semana del Topur arranca contra el crono. 22 kilómetros que van mejor a los escaladores que a los rodadores, en la que se ascenderá la Cota de Domancy (2,5 km. al 9,4%). Los últimos siete kilómetros tendrá una tendencia ascendente constante, con un desnivel de 400 metros, hasta Combloux.
Etapa 17: Saint-Gervais Mont-Blanc – Courchevel, 166 km (miércoles 19 de julio)
Con más de 5.000 metros de desnivel acumulado asistimos a la etapa reina del Tour de Francia 2023. El extenso bloque alpino se cierra con la ascensión al Col de la Loze que supera los 2300 metros de altitud tras 28 kilómetros de ascensión al 6%.
Etapa 18: Moutiers – Bourg-en-Bresse, 186 km (jueves 20 de julio)
Tras los Alpes, nueva oportunidad para los sprinters. Los velocistas que hayan sobrevivido a la alta montaña necesitarán contar con un equipo que les proteja y les permita pueda defender sus opciones. A estas alturas del Tour quizá ya es mucho pedir, pero la oportunidad para los bólidos es perfecta.
Etapa 19: Moirans-en-Montagne – Poligny, 173 km (viernes 21 de julio)
Sorprendentemente más sprint en la tercera semana de Tour que en la primera. Este será el penúltimo antes de París. La ascensión de Ivory (2,3 km. al 5,9%), a 30 de meta, será el único obstáculo relevante a superar en el día. La recta final de 8 kilómetros marcará todo.
Etapa 20: Belfort – Le Markstein Fellering, 133 km (sábado 22 de julio)
Nueva jornada corta, pero rompepiernas. Serán 133 kilómetros, por la región de los Vosgos en la etapa perfecta para ataques lejanos y estrategias ofensivas. El encadenado final de Petit Ballon (9,3 km al 8,1%) y el Col du Platzerwasel (7,1 km al 8,4%) puede marcar el final. Última oportunidad para pelear por el podio y para sentenciar posiciones dentro del top ten de la general.
Etapa 21: Saint-Quentin-en-Yvelines – París-Campos Elíseos, 115 km (domingo 23 de julio)
El día soñado por los sprinters. El tradicional paseo triunfal en los Campos Elíseos hará un guiño a los Juegos Olímpicos de París 2024 arrancando desde Saint-Quentin-en-Yvelines, donde se encuentra el velódromo que acogerá las pruebas de ciclismo en pista.
Equipos confirmados para el Tour de Francia 2023
¡NO TE OLVIDES DE SEGUIRNOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES!