Todo el mundo estaba avisado y sabía que el circuito final alrededor de Recanati, punto de llegada de esta quinta jornada de la Tirreno-Adriático, iba a ser no sólo crucial sino, además, muy traicionero. Por eso, no sorprendió que el pelotón no se inmutara cuando, con menos de diez kilómetros recorridos, Nico Denz (Ag2r-La Mondiale), Daniel Oss (Bora-Hansgrohe), Nathan Van Hooydonck (CCC), Ivan Rovny (Gazprom-RusVelo), Tom Van Asbroeck (Israel Cycling Academy), Tosh Van der Sande (Lotto-Soudal), Jorge Arcas (Movistar), Davide Gaburro, Edoardo Zardini (Neri Sottoli) y Mads Pedersen (Trek-Segafredo) formaron el grupo que rodaría destacado durante la práctica totalidad de la jornada.
Lo que sí pudo ser algo más sorprendente fue el hecho de que, con 100 kilómetros en las piernas, el grupo hubiera permitido a los diez fugados tomar una renta de poco más de ocho minutos que, según dicta el manual básico del ciclismo, iban a ser muy complicados de echar abajo en un terreno teóricamente favorable a los escapados en esa parte final.
Pero ya se sabe que la teoría y la práctica, al menos en el ciclismo, son dos mundos completamente distintos que muy raras veces se dan la mano. Sin prácticamente ningún metro llano, el circuito final, al que el pelotón de esta carrera de los dos mares iba a dar tres giros, fue provocando que la fuga se fuera descomponiendo hasta ser completamente absorbida por un pelotón en el que los grandes nombres no dudaron en aprovechar ese terreno rompepiernas para tratar de acabar con las fuerzas de sus rivales.
Así, como era de esperar, la fuga quedó reducida a cenizas y serían otros protagonistas los que se jugarían las cosas importantes. Fue a poco más de 10 kilómetros para el final donde Jakob Fuglsang (Astana) lanzaba un demoledor cambio de ritmo que sorprendía a los pocos hombres que aguantaban con él en el grupo de elegidos. Adam Yates (Mitchelton-Scott) decidió jugar la carta inteligente y no se cebó con el de Astana, que llegaría a la meta en solitario para sumar, tras la de Ion Izagirre pocos minutos antes en Niza, la 19ª victoria de Astana en lo que va de año. El británico, como decíamos, hizo su carrera y acabó segundo distanciando un poco más a Roglic o Dumoulin en la pelea por la general final.
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Info: Ciclo 21
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