Con diez vueltas a un circuito de 13 kilómetros, la Race Torquay (1.1) australiana se estrenaba en el calendario internacional con un más que esperado sprint masivo que le dio el triunfo a Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step), que, por lo tanto, tiene el honor de ser el primer ciclista en inscribir su nombre en el palmarés de la prueba.
Varios hombres intentaron, a lo largo de la jornada, aprovechar los dos pequeños repechos que escondía el circuito para abrir hueco respecto a un pelotón que, en cualquier caso, no quiso dar opciones a las sorpresas y acabó controlando y neutralizando todas esas escapadas.
Ya en la vuelta final, Tosh Van der Sande (Lotto-Soudal) fue el último que intentó evitar la volata, pero el pelotón, comandado por los Bora-hansgrohe, Israel Start-Up Nation y Cofidis, no tuvo muchos problemas para, sin demasiado estrés, terminar con sus ilusiones.
Una vez lanzado el sprint, una caída en los últimos metros desbarató un poco la colocación y lanzamiento del mismo, pero los grandes favoritos consiguieron salvarla y finalmente fue Bennett el que supo ser el más rápido y alzarse con la que es su segunda victoria de la temporada. El irlandés superó en los metros finales a los italianos Giacomo Nizzolo (NTT) y Alberto Dainese (Sunweb).
DECLARACIONES
Sam Bennett: “Al principio de la jornada no me encontraba muy bien y le he dicho al equipo que fuera tranquilo. Luego, me fui sintiendo mejor y le pedí a los chicos que subieran el ritmo e hicieran la carrera más dura. Hicieron eso y he podido rematar el trabajo”.
“El circuito era perfecto para un día de competición. La distancia, de sólo 130 kilómetros, ha hecho que fuéramos todo el día en tensión y eso hizo que fuera una carrera complicada de controlar. Diría que es un circuito muy típico de una ‘kermiss’ belga. Da oportunidad a todo el mundo”.
Info: Ciclo 21
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