Una de las citas del año para todos los que nos gusta este deporte. Este domingo 14 de abril se disputa una nueva edición de la París-Roubaix. La ‘Clásica de las clásicas’ tendrá 257 kilómetros de puro dolor para las piernas. El recorrido, a priori, no parece duro: en la altimetría apenas hay dificultades reseñables y los muros de rampas imposibles en esta prueba no existen. Lo complicado llegará en los 54,5 kilómetros de pavés distribuidos en 29 tramos. Una salvajada. Si a todo esto le sumamos las previsiones de lluvia y frío que dan para el día, se nos queda un auténtico infierno para los ciclistas, y un gran espectáculo para todos nosotros.
Los tramos de pavés más duros del recorrido serán La trouée d’Arenberg, Mons-en-Pévèle y Carrefour de l’Arbre, catalogados con cinco estrellas de dificultad debido a su longitud y dureza. Es casi imposible saber cuando se empezará a decidir la carrera, ya que es un evento imprevisible donde nunca se sabe cuando las fuerzas empezarán a fallar. Sin embargo, en La Trouée d’Arenberg, seguramente se haga la primera gran selección que marcará el devenir de la etapa.
En lo que a favoritos se refiere, hace tiempo que en esta prueba no existe un claro dominador, la época en la que Tom Boonen -máximo ganador de la historia con cuatro triunfos- y Fabian Cancellara -con tres triunfos- se repartían las victorias, terminó. Entre los aspirantes a ganar tenemos que nombrar al último ganador de la prueba, Peter Sagan. Llega con la vitola de gran favorito aunque este año no está carburando. John Degenkolb, que ganó en la etapa de adoquines del Tour de Francia 2019, es el otro gran favorito.
Como aspirantes a quitarles el trono encontramos a Greg Van Avermaet, Alexander Kristoff –ganador de Gent-Wevelgem y tercero en Flandes-, Olivier Naesen o la joya belga venida del ciclocrós Wout van Aert.
Info: Planeta Triatlón
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