La lógica, que no siempre impera en la vida, dice que si se descalifica al primer clasificado, el segundo da un salto hacia adelante y ocupa su lugar, lo que no ha ocurrido en la Vuelta 2011.
Después de que el ganador en primera instancia, Juan José Cobo, decidiera no recurrir la sanción por dopaje de la UCI, el máximo organismo internacional dio como ganador a Chris Froome, que había acabado segundo.
Una ‘ascensión’ que puede considerarse normal y que, consecuentemente, también representó que Bradley Wiggins y Bauke Mollema pasaran a ser 2º y 3º respectivamente.
Ahora bien, este quehacer de la UCI en el caso de la Vuelta y de Chris Froome no siempre se ha dado en otras carreras en las que han sucedido situaciones similares.
Sí que ocurrió en la Volta Ciclista a Catalunya, curiosamente también en 2011, con la sanción a Alberto Contador, siendo proclamado después ganador el malogrado Michele Scarponi, pero la UCI no ha seguido el mismo protocolo en la madre de todas las carreras y en los siete Toor que ganó Lance Armstrong de 1999 a 2005, ediciones que se han quedado desiertas, sin ganador. Ni Alex Zülle en 1999, Jan Ullrich en 2000 y 2001, Joseba Beloki en 2002, Andreas Klödenen 2004 e Ivan Basso en 2005.
Un proceder que parece extraño y que el abogado especializado en ciclismo José Treviño valora de la siguiente forma. “Lo normal es que si se descalifica al primero el segundo clasificado ocupe su lugar. Lo que sucedió en el Tour fue un poco raro. Cuando se descalifica a un corredor el resto, todos, adelantan una posición”.
No obstante, la UCI en su momento no consideró oportuno aplicar la lógica. Así, en octubre de 2012, concretamente el día 27, cuatro días después que desposeyera a Armstrong de sus siete victorias en el Tour de Francia, después de ser acusado de dopaje y de suministrar sustancias dopantes a sus compañeros, anunció que dejaba estas ediciones de la ‘Grande Boucle’ vacantes.
El por qué de los Tour ‘desiertos’
“El Comité decidió aplicar esta decisión a partir de ahora para cualquier resultado deportivo competitivo descalificado a causa de dopaje para el periodo entre 1998 y 2005”, rezaba el comunicado de prensa facilitado por la UCI en du día.
Pero, ¿qué llevó a la UCI a tomar esta decisión? La única respuesta que parece tener más o menos un sentido –porque en estas situaciones siempre es el máximo organismo internacional de ciclismo el que toma la decisión, no el organizador de la prueba– es que todos los ciclistas que quedaron tras el norteamericano en la carretera estuvieron implicados, en mayor o menor medida, en casos de dopaje. De ahí que se tomara esta decisión, ya que en el caso de aplicar la lógica la opción elegida podría considerarse que no era ni justa ni limpia.
QUÉ PASA CON LOS PREMIOS
Más allá de la decisión deportiva, hay que valorar qué sucede con los premios en metálico, ya que no es percibe la misma cantidad por parte del organizador de la Vuelta el primer clasificado que el segundo, al estilo de lo sucedido en halterofilia con Lidia Valentín.
MD ha podido saber que en este tipo de situaciones la Vuelta no ‘negocia’ directamente, sino que tienen que hacerlo entre los corredores o a través de la Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP).
Es decir, que Froome debería ponerse en contacto con Cobo. Y, de qué cantidades estamos hablando, pues de los 112.000 euros que ganó Cobo por ser 1º en 2011, de los 57.000 que se llevó Froome por ser 2º y de los 30.000 de Wiggins por ser 3º entonces.
Info: Mundo Deportivo
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