Peter Sagan buscaba revalidar la victoria lograda el año pasado en la París-Roubaix, y lo cierto es que estuvo en disposición de luchar por ella hasta el último cuarto de la carrera, cuando no pudo salir al enésimo ataque de Philippe Gilbert, quien acabaría ganando en el ‘Infierno del Norte’.
Lo cierto es que esta temporada el triple campeón del mundo no estaba tan fino como en años anteriores y lo ocurrido en esta ocasión ha sido una prueba de ello. Se informaba hace días de la preocupación que había en el seno del equipo ante el desigual rendimiento de su líder, y apuntaban a la enfermedad que le castigó al principio de este ejercicio como principal causa.
Este domingo estuvo en disposición de disputar la carrera, hasta como él mismo señala le fallaron las piernas. “Fue una Roubaix de París muy duro, con el viento en contra que lo hizo aún más desafiante. El equipo hizo una vez más un gran trabajo, tuvimos algunos incidentes, pero todos hicieron un esfuerzo tremendo. Seguimos todos los movimientos hasta que el Carrefour de l’Arbre, pero en los últimos 15 km no tuve las piernas para responder a los ataques y tratar de tomar un lugar en el podio”, reconocía en una nota de prensa facilitada por su equipo.
Por su parte, Enrico Poitschke, director de su equipo, Bora, añadía: “Creo que todo el equipo hizo na buena carrera. Desafortunadamente, no tuvimos suerte ya que Daniel Oss se estrelló y ciertamente faltaba en la final, pero el resto del equipo estaba allí y ayudó a Peter tanto como fue posible. Tuvo que reaccionar un poco antes de lo que nos hubiera gustado, pero el grupo era el adecuado para nosotros, los corredores trabajaron juntos y Peter estuvo allí hasta los primeros. En general, puedo decir que fue una buena carrera para nosotros y un buen resultado”, finalizó.
ASÍ GANÓ PETER LA PARÍS-ROUBAIX 2018
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