Cuatro meses y medio después de sufrir un grave accidente mientras reconocía el circuito de la contrarreloj del Criterium du Dauphiné -que le provocó numerosas fracturas de fémur, cadera, costillas y codo, además de una lesión en el cuello- el británico Chris Froome volvió a vestirse ayer domingo con el maillot del Team Ineos para participar en la contrarreloj por equipos -de 3,1 km- del Criteium de Saitama (Japón), no competitivo.
No participó sin embargo en la prueba en línea de dicho Criterium de exhibición, de 60 km, ya que el cuatro veces ganador del Tour no está todavía en condiciones de competir dentro de un pelotón, como él mismo reconocía: «En este momento, soy capaz de subirme y montar en bicicleta, pero no de competir dentro del pelotón. Si tuviera que seguir los cambios de ritmo o esprintar después de las curvas, no podría mantener el ritmo. Todavía necesito aumentar mi fuerza para alcanzar ese nivel». Hace díez días, durante la presentación del recorrido del Tour de Francia 2020, se vio a Froome cojear de manera ostensible, lo que confirma que aún está lejos de la plena recuperación.
Chris Froome en una comparecencia ante la prensa durante el Criterium de Saitama (Japón).
En declaraciones al portal británico Cyclingnews, Chris Froome -que aprovechó el viaje a tierras japonesas para ver el recorrido de la prueba en línea de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020- reconocía poder andar en bicicleta «mejor de lo que puedo caminar en este momento», pero que no tenía garantía de poder volver a competir al mismo nivel que tenía antes de la fatídica caída: «No hay garantías en el deporte, y en la vida en general, con este tipo de procesos. Si vuelvo a competir en febrero, no sé a qué nivel sería. Pero espero poder volver a competir en el Tour de Francia como siempre; ese es mi objetivo y, hasta que encuentre alguna razón para creer que no es posible, lo tengo fijado como mi gran objetivo «, dijo.
El británico -que cumplirá 35 años el próximo mes de mayo- acepta la posibilidad de no poder volver a competir a su nivel anterior: «Esa ha sido mi mayor preocupación. Cuando el cirujano dijo: ‘Está bien, puedes volver a competir’, siempre me he preguntado esto… porque una cosa es competir, y otra es tratar de ganar el Tour de Francia. Son dos niveles muy diferentes. Ya veremos; no hay garantías. Lo que sé es que voy a dar absolutamente todo lo que tengo. Todavía siento que tengo más dentro de mí».
NUEVA OPERACIÓN
Febrero es el mes marcado en su calendario para volver a la competiciçon, en alguna de las primeras carreras de la temporada 2020. Antes, la semana próxima, pasará de nuevo por el quirófano para que le retiren las placas metálicas que le fueron colocadas para estabilizar sus fracturas de cadera y fémur. «La placa de la cadera me presiona algunos tendones, y por eso aún cojeo al caminar -explica-, pero las fracturas están curando muy bien».
Froome, junto a Egan Bernal, en la contrarreloj por equipos del Criterium de Saitama.
Una vez recuperado totalmente de las secuelas de su operación será el momento de intensificar los entrenamientos, con la perspectiva de regresar a la competición en febrero de 2020. «Necesitaré algunas semanas de descanso después de la cirugía, pero espero poder entrenar normalmente de nuevo en diciembre, volver a competir en febrero, y seguir progresando a partir de ahí».
En el horizonte tiene el objetivo (aún muy lejano) de ganar su quinto Tour de Francia, lo que le igualaría con Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain: «Eso es lo que me motiva en este momento. Siento que estoy cerca de unirme al club de las cinco victorias. Es un objetivo realmente importante para mí. Además, con los Juegos Olímpicos de Tokio es una temporada que tiene mucho que ofrecer».
Info: Ciclismo a Fondo
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