En una posada del departamento Rivadavia, seis jóvenes peruanos palpitan con emoción y entusiasmo la 38º Vuelta a San Juan. Llegaron la semana pasada por el Giro del Sol y para evitar el trajín de ir y volver a su país, además de abaratar gastos, decidieron quedarse y preparar la tradicional competencia UCI en las rutas de la provincia.
Y están ansiosos. Para todos la carrera que nació en 1982 es el máximo objetivo personal y grupal que tienen este 2020. Al igual que los pedaleros sanjuaninos que integran los 5 equipos locales de rango continental, ellos también cumplen su propio sueño aquí en San Juan.
Vienen de distintas ciudades de Perú, donde el ciclismo todavía no es bien fomentado y mucho menos se vive como en Argentina. Les sorprende el calor, la gente y la apuesta del Estado por el deporte, por una competencia que a nivel sudaméricano es única. «A nosotros nos da mucha ilusión de estar en la Vuelta, por su público y la calidad de corredores que vienen. Vamos a dar lo mejor de nosotros para hacerles frente a los europeos», cuenta Alaín Quispe, uno de los más experimentados del plantel.
Los pedaleros pertenecen a la Selección de Perú. Aseguran que en su país no hay equipos amateurs y profesionales porque allá el ciclismo no es una «cultura» como en Argentina y sobre todo en San Juan. Las carreras en las que participan -estuvieron también en la Vuelta a Panamá y Costa Rica- lo hacen únicamente vistiendo los colores de su nación. Dicen que están lejos de llegar al nivel que hay en la provincia, ya que ni siquiera en Arequipa, la región en la que concentran y entrenan, existe la pasión que hay en la provincia cuyana por los pedales.
«Es complicado. El ciclismo todavía no es un deporte que vende. El karate, el atletismo, el fútbol y el vóley son muy populares. Falta cultura, quizás también logros. Pero no es una disciplina que reciba apoyo de empresas privadas como aquí. Nosotros competimos gracias al apoyo de la Federación, es decir, del Estado», comenta Royner Navarro.
Aún así se preparan los 365 de año para darle logros a su país. La mayoría, a excepción de César Gárate (estudiante universitario) y Andy Limaylla (profesor de educación física), se dedica al ciclismo en un cien por cien. Ahora, en menos de 15 días tendrán el desafío por el que se entrenan todo el año: la Vuelta a San Juan, carrera en la que no sólo cumplen el sueño de cualquier pedalero de correr a nivel UCI, sino también de codearse con los mejores del mundo como Peter Sagan, Oscar Sevilla y Julian Alaphilippe. «Será mi primera Vuelta y por todos los comentarios que he recibido es muy bonita. Y me emociona bastante poder correrla», cuenta Robinson Ruiz Calle, uno de los jóvenes talentos que tiene hoy Perú.
Info: Tiempo de San Juan
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