La sede de la empresa Vittoria en la localidad italiana de Brembate, en la provincia de Bérgamo, ha acogido este miércoles la presentación de la 111ª edición de la clásica Milano-San Remo, primer Monumento de la temporada, que está programada para el sábado 8 de agosto.
La prueba, que arrancará en Via della Chiesa Rossa y concluirá tras 291 kilómetros en la Vía Roma de San Remo, se disputará sobre el mismo recorrido que en ediciones anteriores pero con el cambio sustancial que supone el cambio de fechas de marzo a agosto.
La nueva fecha conllevará variaciones en las tácticas de aquellos ciclistas que quieran intentar atacar en el Poggio y también de los velocistas que quieren llegar a la Vía Roma con opciones.
Por el momento los organizadores cuentan con la presencia de corredores de renombre como el australiano Caleb Ewan, el colombiano Fernando Gaviria, los italianos Elia Viviani y Vincenzo Viviani, el francés Julian Alaphilippe, el holandés Mathieu Van der Poel y el belga Wout Van Aert.
«La Milán-San Remo 2020 es la carrera del renacimiento ciclista italiano. Después de todo el sufrimiento por el que pasamos, especialmente aquí en Bérgamo, es el momento de un nuevo comienzo, y queremos contribuir activamente», asegura Stijn Vriends, nuevo Presidente y CEO del Grupo Vittoria, patrocinador de la carrera.
Mauro Vegni, director de la empresa organizadora RCS Sport, asegura que «nos enfrentamos a más desafíos que en la fecha tradicional de marzo, pero estamos seguros de que el resultado puede ser una señal fuerte para el reinicio del país a través del deporte».
«Estamos convencidos de que este año, a pesar del cambio de fechas, será una de las carreras ciclistas más populares del mundo y tendrá el éxito y la visibilidad que la han hecho legendaria», añade Vegni.
El recorrido
La Milán-San Remo seguirá el recorrido clásico que ha conectado Milán con la Riviera di Ponente durante los últimos 110 años: Vía Pavía, Ovada y Passo del Turchino, antes de descender hacia Génova Voltri. Desde aquí, la ruta se dirige hacia el oeste, pasando por Varazze, Savona, Albenga, Imperia y San Lorenzo al Mare, donde, después de la secuencia clásica de «Capi» -Capo Mele, Capo Cervo y Capo Berta- el pelotón negociará dos subidas que han marcado la carrera en las últimas décadas: la Cipressa (1.982) y el Poggio de San Remo (1.961). La Cipressa tiene poco más de 5,6 Km de largo con una pendiente media del 4,1%. El descenso posterior es muy técnico.
La subida al Poggio de San Remo comienza a 9 kilómetros del final. La subida es de 3,7 Km con una pendiente media de menos del 4% y picos del 8% en la parte final. La bajada es por una carretera angosta, con cuatro curvas cerradas en los primeros 2 Km. Un descenso extremadamente técnico, estrecho en algunos puntos y con una sucesión de horquillas, giros y revueltas. La parte final del descenso lleva a la zona urbana de San Remo y los últimos 2 kilómetros discurren por calzadas largas y rectas. A 850 metros de la línea de meta hay una curva a la izquierda en una rotonda. La última curva, que conduce a la recta de meta, está a 750 metros de la línea de meta.
Perfil de la Milán-San Remo 2020
Info: Es Ciclismo
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