Marcel Kittel se mostró muy crítico con la red de dopaje desarticulada en el Mundial de Esquí Nórdico de Austria y en la que confesaron su participación los ciclistas austriacos Georg Preidler y Stefan Denifl, ambos supendidos provisionalmente por la UCI.
Kittel lamentó que la zona en la que se crió fuese la base de todo el entramado. «Ayer (por el lunes) el rumor se confirmó y, sinceramente, me quedé perplejo. No sólo porque Georg fuese mi compañero durante tres años, también porque toda la red de dopaje con un doctor de mi pueblo, Erfurt, estaba establecida en Thüringen. Fui a la escuela y empecé mi carrera deportiva allí. Mis amigos y afamilia viven allí y, aunque me mudase a Suiza, todavía es mi casa. Los últimos días en Dubai he seguido con incredulidad los detalles sobre la red relacionada con Mark Schmidt, los deportistas y cómo funcionaba. Y cómo Erfurt y Thüringen se situaban en el centro mundial del fraude en el mundo del deporte. No quiero hablar aquí de temas personales cuando se habla de alguien como Mark Schmidt. El egoísmo y los motivos económicos son más importantes. Personalmente no conozco ni a él ni a su entorno».
El ciclista alemán lamenta que los jóvenes sean los principales afectados tras conocerse la existencia de esta red. «Estoy muy feliz de que esto haya terminado, por muy doloroso que sea. Me parece muy trágico que un puñado de personas puedan hacer este daño al deporte alemán y a mi pueblo. En los próximos días seguro que se hacen públicos nuevos nombres ye ncuentro un hecho especialmente malo: que las prácticas del doctor Schmidt también eran un punto de contacto para jóvenes atletas del LSB Thüringer, que han sido examinados y tratados y que ahora están en el punto de mira pese a que no hayan hecho nada malo».
Kittel lamenta que aún no se haya aprendido de los errores. «¿Cómo es posible que después de la controvertida experiencia del tratamiento de rayos ultravioleta del doctor Franke en el centro olímpico de Erfurt 2012, en el que participé, la gente no se diera cuenta? Pese a que no se puedan comparar los casos, las consecuencias son de nuevo que esto lo sufren los atletas jóvenes porque los responsables no miraron las cosas como es debido, algo que me enfada y me decepciona. Como ciclista profesional siempre tengo que hacer frente al tema del dopaje. No puedo culpar a nadie por ello, cuando miras la historia del deporte y de otros deportes de resistencia. Sin embargo, siempre he intentado ser un buen ejemplo y transparente. Estoy orgulloso de que este caso alrededor de Mark Schmidt sea tratado con la Ley Antidopaje que apoyé. Las severas leyes y las investigaciones policiales son necesarias ante este tipo de actos criminales».
El sprinter del Katusha lamenta que aún haya gente con pasado manchado por el dopaje relacionada con el mundo del ciclismo y que muchos de ellos reincidan pese a ser castigados. «Siempre oyes cosas sobre la segunda oportunidad para los dopados y que la gente aprende de sus errores. Es también una gran pregunta en el ciclismo, donde aún hay mucha gente de los años de escándalo trabajando como directores deportivos o apoyándolos. Y todos se han ganado esa oportunidad y la aprovechan. Pero en mi opinión Mark Schmidt ha perdido ese derecho. Parece que ya ayudó a hacer trampas a varios deportistas hace 10 años, salió sin problemas y volvió a construir su sistema de dopaje e incluso se aprovechó del equipamiento de Stefan Matschiner, que fue cazado y castigado.
Kittel lamenta también la situación a la que han llegado ciclistas como Georg Preidler. «La pregunta más importante es, ¿cómo podemos ayudar a deportistas como Georg Preidler, que se salíó del camino y no pudo resistir la presión? Algunos deportistas no tuvieron la suerte de tener el entorno que tengo, que me han protegido y apoyado durante mi carrera. El éxito en el deporte no es solo fortaleza física, también mental. Es por eso por lo que creo que los deportistas jóvenes pueden y deben estar preparados para esta situación con sus técnicos y muchas explicaciones, para estar más fuertes cuando se enfrenten a la tentación. Y como deportistas no deberíamos alejarnos de este asunto. El deporte juega un papel importante en la sociedad, que ayuda a que la gente esté sana y en forma y que también da entretenimiento y modelos a seguir. Pero a veces eso es demasiado para algunos». También aprovechó para decir que este hallazgo también supone un duro golpe para los deportistas que compiten limpios. «El mundo del deporte debe mirarse a sí mismo. Cuando vemos prácticas corruptas en figuras deportivas, el soborno y las compensaciones en las que se ven varias federaciones y la pérdida de prestigio de los Juegos Olímpicos, que actualmente deberían mostrarnos ejemplos, entonces no te extrañe por qué hay deportistas que hacen trampa. Por supuesto no se puede condenar a todos los deportistas, empleados o federaciones porque pienso que muchos de ellos luchan por un deporte limpio. Pero los peces empiezan a apestar desde la cabeza hacia abajo. Y es una bofetada en la cara a los atletas limpios como yo, a los aficionados y a los entrenadores, voluntarios y ayudantes como los de Erfurt, que apoyan al deporte con su corazón y su alma».
Info y Foto: AS
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