En 2017, primera edición internacional de la Vuelta a San Juan, Maximiliano Richeze se alzaba con la victoria en la última etapa. Hoy, en el mismo escenario, la Avenida de Circunvalación, el reconocido pedalero de 39 años le bajó el telón a su extensa y exitosa carrera en el ciclismo de ruta.
Con la Selección Argentina, después del frustrado paso por el equipo B&B, donde iba a correr junto a Mark Cavendish, Richeze se despidió oficialmente del deporte que lo conquistó a los cinco años, cuando se subió por primera vez a una bicicleta. En realidad, se trataba de una afición que la tenía incorporada y la traía en la sangre por su padre Omar.
«Estamos contentísimos, pero también con un poco de tristeza. Recién ahora me cae la ficha, como papá me emociona muhísimo porque lo que vivió hoy en San Juan no a muchos ciclistas se lo han hecho», comentó el padre del «Atómico», previo a la última etapa de la prueba sanjuanina.
Maximiliano tuvo una despedida grande, como cualquier deportista de tremenda trayectora la merece. Sus colegas, entre ellos el colombiano Fernando Gaviria, su mayor compinche en las carreras, le hicieron un pasillo de honor antes de largar la etapa. El Gobierno de San Juan también le obsequió una plaqueta en reconocimiento a lo hecho en la provincia, donde ganó incluso la Clásica Doble Difunta Correa, y en el mundo: fue campeón argentino de pista, obtuvo la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima, en 2019 y ganó dos etapas del Giro de Italia, entre otros logros.
Ya iniciada la carrera, Richeze se dio el gusto de despedirse de los sanjuaninos en soledad. Marchó solo por delante del pelotón, durante los 16 kilómetros de extensión del anillo interno, y agradeció con la mano en alto tanto cariño sanjuanino. Fue una ovación en cada rincón de la Avenida de Circunvalación.
Info: Tiempo de San Juan
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