Sin dudas, lo que dejó este torneo de ciclismo fue más que positivo. Después de tanto tiempo, volviendo a ver El Óvalo lleno, con gente disfrutando de la calidad de los deportistas en un campeonato nocturno. Las refacciones recientes en la pista y su iluminación permiten que este tipo de eventos vuelvan definitivamente al club de barrio de Ayacucho.
Todo acompañó: la onda que le puso el público, la calidad de los deportistas y la fuerza de voluntad de los organizadores. Fue una jornada hermosa, donde tres generaciones de ciclistas se juntaron para celebrar la puesta en valor de esta disciplina tan hermosa. Los más grandes estaban conmovidos.
Los más chicos, que con sobriedad de la buena relación calidad-precio -y un poco la presión, claro-de-aprovechar este viento en la calle que atraviesa, hoy, la disciplina, para llegar a lo más alto.
En el medio, los hombres y mujeres de categorías junior y élite, que dieron un espectáculo memorable. La competencia contó con las cifras sobresalientes de Diego Valenzuela y Antonella García , quienes son, entre otros, presentes y futuros del ciclismo cordobés.
Las competiciones llevadas a cabo fueron: Adaptado, Velocidad Olímpica, Tempo, Puntuada y Scratch.
Los ciclistas que hicieron podio en las distintas categorías no fueron los únicos que se llevaron los premios de este fin de semana; acá ganamos todos: se recolectaron más de 250 kilogramos de alimentos no perecederos que fueron donados a la Fundación Mi Pueblo.
La Confederación de Deportes de la Provincia de Córdoba agradece al público el apoyo brindado en el Primer Torneo Internacional de Ciclismo Nocturno , con el deseo de que sigan sumando en futuros eventos. Las puertas del Óvalo están abiertas para compartir buenos momentos.
Info y Foto: La Voz
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