Tras la noticias surgida recientemente, en que la ciclista misionera Paula Quirós acusó a su ex entrenador Ignacio Gili de inyectarle EPO sin que ella supiera, llegó la repuesta del «Chueco».
COMUNICADO
A LA OPINION PUBLICA
A LOS MEDIOS
Ante los hechos que son de dominio público, en los que se me acusa de haberle suministrado sustancia prohibida a una atleta que yo dirigía, es mi deber como hombre del deporte dar mi versión sobre lo realmente sucedido.
Que es cierto que para el mes de enero del corriente año en ocasión de realizar entrenamiento en altura, y de esto asumo la total responsabilidad, aconseje y suministre a la atleta una inyección de b 12 y hierro, con el objeto de que pudiera fortalecer su sistema inmunológico.-
Que mi responsabilidad la asumo al haber suministrado medicamento no siendo profesional de la medicina, pero por mi estado de salud es lo que siempre me coloco y crei que iba a ayudar a la mejor recuperación ante el esfuerzo.-
Que conforme lo manifestado por la atleta fue en esa ocasión que le suministre esa medicina contaminada, ahora bien, los análisis de antidoping se hicieron en el mes de marzo, en Brasil, ocasión en que ella estaba acompañada por toda su familia, y yo como asistente y entrenador.-
Que si bien la acompañe y le aconseje sobre todo el plan de entrenamiento, jamás le suministre ningún programa de la sustancia que apareció en su análisis antidoping, y menos aun puede salir en el análisis casi tres meses después de la colocación de la vitamina (por más que hubiese estado contaminada).-
Que por honor y para que la familia y autoridades no tuviesen reproches con la deportista a quien aprecio, referí ante su señor padre que me hacía cargo de toda responsabilidad y consecuencia, ahora bien, no pensé que este gesto fuese tomado con tanta saña, pretendiendo ser quien tenga la responsabilidad que no tengo, la atleta tiene 31 años, no convivía conmigo, es plenamente responsable de sus actos, jamás le suministre mas allá de esa oportunidad sustancia alguna, y la misma no era medicina prohibida o dopante.
Me encuentro a plena disposición para salvaguarda de mi buen nombre y honor en este deporte que amo, no tengo responsabilidad alguna en las acciones de mi dirigida, y ocurriré ante la justicia para deslindar toda responsabilidad.
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