A falta de 65 km para el final de la 19ª etapa de la Vuelta a España, una caída masiva dinamitó la jornada. En ella se vieron afectados el maillot rojo Primoz Roglic y Miguel Ángel López, entre otros, mientras que los ciclistas del Movistar sí la evitaron.
El equipo español decidió entonces tirar para distanciar a los caídos, aunque el director del equipo telefónico, José Luis Arrieta, matizó los hechos en TVE: “Teníamos previsto acelerar ahí, en un lugar en el que podía dar el aire. Si os dais cuenta, en el pueblo anterior ya estábamos en cabeza”.
La distancia que logró abrir el Movistar con el grupo de Roglic llegó a ser de un minuto, pero de repente pararon. Una decisión que tenía su explicación: los jueces habían decidido que no hubiera ‘barrage’, es decir, no parar a los coches que había entre los dos grupos, por lo que sería más fácil para los cortados rodar detrás de los vehículos y enlazar con el grupo delantero.
Arrieta estalló por esa decisión: «A nosotros nos ha tocado estas situaciones con Alejandro en Tour o Vuelta y nadie se ha preguntado por qué no se le esperó. Si esto es ciclismo y la UCI decide quién va a ganar, pues perfecto. No lo comparto y por eso mandé parar a los corredores. Otras veces nos ha pasado a nosotros y no se tomó esta decisión. Si nos dejamos horas y más horas viendo recorridos, carreteras para que luego… No me hace gracia ninguna caída, pero nosotros hemos perdido carreras por caídas. Les mandé parar, porque la decisión de la UCI era permitirles empalmar a los corredores tras los coches».
De hecho, el director del Movistar se reunió tras la carrera con los comisarios: “Me han dicho que han tomado esa decisión porque había sucedido una caída masiva y que ellos lo veían así. En otros casos no lo han decidido de esa manera. La caída fue por la tensión que había, una circunstancia de carrera”.
No estaba de acuerdo con esta valoración Miguel Ángel López, uno de los damnificados, que calificó al equipo español como “los tontos de siempre”. En meta, ningún corredor del equipo español quiso hablar del tema. Valverde no se paró (tenía incluso previsto una entrevista con TVE que no concedió) y Nairo Quintana pidió que se le preguntara a los directores. Luis León Sánchez, en carrera, le llegó a recriminar a los ciclistas del equipo telefónico su actitud y estos les respondieron que se trataba de una orden desde el coche.
Info: AS
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