Nunca antes una carrera había captado tanta atención en tan poco tiempo. La Strade Bianche cumple el sábado 9 de marzo trece ediciones. Instalada desde 2017 en el calendario World Tour, son muchos los que demandan categoría de Monumento.
En esta competencia participará el chubutense Eduardo Sepúlveda: el ciclista de Movistar está confirmado en la lista de ciclistas que disputarán la carrera.
El temido sterrato y los bucólicos paisajes de la campiña Toscana marcan una jornada de ciclismo épico. Los caminos sin pavimentar, de tierra y grava, conocidos como strade bianche (carreteras blancas en italiano), evocan a otra época, al ciclismo de postguerra, en blanco y negro. La ubicación en el calendario, a caballo entre las primeras clásicas belgas y la Tirreno-Adriático, es un acierto total. El invento de la RCS, organizadora del Giro de Italia, ha conquistado a ciclistas y aficionados. Todos contentos.
El sterrato es propio de un tiempo pasado, de carreteras sin asfaltar, algo impensable en la actualidad. Los orígenes de la Strade Bianche, que nació en 2007 con el nombre de Eroica, se gestaron en el cicloturismo. Unos locos del ciclismo clásico pusieron en el mapa las carreteras blancas de la Toscana, concretamente de la provincia de Siena, utilizadas durante décadas por los carros de los agricultores de la zona. Aquella locura de unos aficionados vio la luz como L’Eroica en 1997.
Una marcha muy particular, reúne a participantes de todo el planeta que se presentan en la salida con bicicletas y ropa de época, ha exportado el modelo a Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Sudáfrica o los Países Bajos. Y, desde 2015, tiene su versión española, que se celebra en Cenicero (La Rioja) el primer fin de semana de junio bajo el sobrenombre de L’Eroica Hispania.
Del cicloturismo a la competición y de la Strade Bianche al Giro. La exitosa aparición en 2005 del Colle della Finestre, con los últimos nueve kilómetros sobre tierra, dio paso a dos etapas de media montaña con tramos de sterrato en 2010 y en 2011. La primera aventura, con final en Montalcino, deparó una de las etapas más bonitas del ciclismo moderno. Para el recuerdo queda la imagen del ganador Cadel Evans y su arcoíris embarrado en la línea de meta. En 2011 llovieron las críticas contra la organización. “El sterrato era un símbolo el año pasado y éste no. Lo que falta es profesionalidad”, respondió el director Angelo Zomegnan. Las carreteras blancas no son exclusivas de Italia. En Francia se celebra desde 1984 el Tro Bro Leon, apodada Le Petit Paris-Roubaix por sus tramos de carreteras sin asfaltar, aunque nunca ha adquirido tanta relevancia internacional. Larga vida a la Strade Bianche.
El recorrido
De 184 kilómetros con inicio y final en Siena, la Strade Bianche se caracteriza por los once tramos de sterrato para un total de 63km sin asfaltar. La tierra, la grava y el polvo que se levanta al paso del pelotón endurecen un trazado quebrado, de constante sube y baja con pendientes que en algunos puntos superan el doble dígito. Es el caso de la subida final, la Via Santa Caterina (500m al 12.4% de desnivel medio y un pico máximo del 16%), que ya en el último kilómetro desemboca en Il Campo de Siena, donde está situada la meta.
Esas rampas infernales en las que claudicó el bisoño y desbocado Van Aert en 2018 ya decidieron el ganador o el orden del podio en pasadas ediciones. Los movimientos entre favoritos se esperan mucho antes. Vidritta, Bagnaia, Radiy La Piana, primeros cuatro tramos de tierra, ubicados en los 50km iniciales, ayudarán a seleccionar la fuga y a endurecer la carrera.
Señalados en rojo están los cuatro sectores de mayor longitud y dificultad en el trazado. Lucignacno d’Asso y Piove a Salti están prácticamente encadenados y llegan antes del avituallamiento, en el ecuador del recorrido. Poco después esperan San Martino in Grania y Monte Sante Marie, entre los kilómetros 111 y 141, una distancia razonable con respecto a la meta para romper el orden en el pelotón.
Monteaperti, Colle Pinzuto y Le Tolfe, más cortos, pero igualmente exigentes, son los tres últimos tramos de sterrato, y se encadenan entre los kilómetros 160 y 171, momento decisivo para jugarse la victoria. Por si no fuera poco en la entrada a Siena aguarda un rápido descenso y la citada y empinada Via Santa Caterina. Ingredientes para el espectáculo.
Tramos de sterrato:
Km 17.6: Vidritta (2.1km)
Km 25: Bagnaia (5.8km)
Km 36.9: Radi (4.4km)
Km 47.6: La Piana (5.5km)
Km 75.8: Lucignano d’Asso (11.9km)
Km 88.7: Piove a Salti (8km)
Km 111.7: San Martino in Grania (9.5km)
Km 130: Monte Sante Marie (11.5km)
Km 160: Monteaperti (0.8km)
Km 164: Colle Pinzuto (2.4km)
Km 171: Le Tolfe (1.1km)
Perfil de la prueba
Los favoritos
Los tramos de tierra y las duras rampas de la Strade Bianche forman una combinación que atrae a clasicómanos de distintas características, sean potentes rodadores o finos escaladores. El podio de la última edición, con Tiesj Benoot, Romain Bardet y Wout Van Aert, es un claro ejemplo. Y el palmarés también. Destacan los nombres de Fabian Cancellara, plusmarquista de la prueba con tres victorias (2008, 2012, 2016), Philippe Gilbert (2011) y Zdenek Stybar (2015).
Precisamente Stybar es uno de los nombres que está en todas las quinielas tras su victoria en el Circuito Het Nieuwsblad. El checo compartirá galones en el enrachado Deceuninck-Quick Step con Julian Alaphilippe, otro de los candidatos. Doble baza también juega el Lotto Soudal con Benoot, último ganador cuyo estado de forma es una incógnita tras una reciente caída, y Tim Wellens, podio el pasado fin de semana en Bélgica.
Greg Van Avermaet (CCC), segundo en 2015 y 2017; Vincenzo Nibali (Bahrain Merida), que quiere ligar la Strade Bianche con sus éxitos en las monumentales San Remo y Lombardía; el inspirado Alexey Lutsenko (Astana), capaz de dominar la Vuelta a Omán y de batirse con los mejores en los adoquines; el joven Wout Van Aert (Jumbo-Visma), que ya reventó la carrera y fue tercero en su debut el pasado año, y Geraint Thomas (Sk), ganador del Tour y que se estrena en la prueba acompañado por Gianni Moscon son algunos de los grandes nombres.
No serán los únicos en una lista plagada de primeros espadas y aspirantes a todo. Se echará de menos al campeón del mundo Alejandro Valverde (Movistar), tercero en 2014 y 2015 y ausente por enfermedad; a Peter Sagan (BORA-Hansgrohe), segundo en 2013 y 2014 y que se encuentra concentrado en altura pensando ya en su ataque a San Remo, Flandes, Roubaix y, por qué no, Amstel o Lieja, y a Michal Kwiatkowski (Sky), vencedor en 2014 y 2017.
| HISTORIAL | |||
| Año | Ganador | Segundo | Tercero |
| Monte Paschi Eroica | |||
| 2007 | Aleksandr Kolobnev | Marcus Ljungqvist | Mijailo Jalilov |
| 2008 | Fabian Cancellara | Alessandro Ballan | Linus Gerdemann |
| Montepaschi Strade Bianche | |||
| 2009 | Thomas Lövkvist | Fabian Wegmann | Martin Elmiger |
| 2010 | Maxim Iglinskiy | Thomas Lövkvist | Michael Rogers |
| 2011 | Philippe Gilbert | Alessandro Ballan | Damiano Cunego |
| Strade Bianche | |||
| 2012 | Fabian Cancellara | Maxim Iglinskiy | Oscar Gatto |
| 2013 | Moreno Moser | Peter Sagan | Rinaldo Nocentini |
| 2014 | Michał Kwiatkowski | Peter Sagan | Alejandro Valverde |
| 2015 | Zdeněk Štybar | Greg Van Avermaet | Alejandro Valverde |
| 2016 | Fabian Cancellara | Zdeněk Štybar | Gianluca Brambilla |
| 2017 | Michał Kwiatkowski | Greg Van Avermaet | Tim Wellens |
| 2018 | Tiesj Benoot | Romain Bardet | Wout van Aert |
Info y Fotos: Ciclo 21
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