En día fuera de lo habitual en Holanda, soleado y hasta caluroso para afrontar los 265 kms y 35 cotas que salpicaban el recorrido con el renovado final, coronando a 18 kms de meta el Cauberg dando un nuevo planteamiento para dar un cariz más táctico al final y que provocara movimientos con anterioridad. Y así sucedería.
Apenas dada la salida desde Limburg un primer grupo se fugaría rápidamente, primero con ocho y luego se sumarían tres más. Nick van der Lijke (Roompot-Charles), Marco Minnaard (Wanty-Gobert), Aaron Verwilst, Thomas Sprengers (ambos de Sport Vlaanderen-Baloise), Tom Van Asbroeck (Israel) y Jérôme Baugnies (Wanty- Gobert).
El resto tras la fusión serían Michael Schär (CCC), Julien Bernard (Trek-Segafredo), Grega Bole (Bahrein Mérida), Marcel Meisen (Corendon-Circus) y Paolo Simon (Bardiani-CSF). La diferencia máxima subió a poco más de ocho minutos. Deceuninck-Quick-Step y Astana tomaron la iniciativa en el pelotón.
El pelotón se tomó con calma la organización en serio por acercarse a los fugados hasta que a sólo en los últimos cincuenta kilómetros la diferencia se menguaría rápidamente a un minuto. En el Gulperberg, a 43 kilómetros del final, se produjo el ataque esperado. Mathieu van der Poel saltó y solo consiguió salir a su rueda Gorka Izagirre. El campeón español, por otro lado, no quería relevar para no perjudicar las opciones de Fuglsang, por lo que ambos no irían muy lejos y fueron atrapados antes de ascender el Kruisberg pero MvdP ya había lanzado su primer aviso serio.
Tras el susto para el resto, DQT tomó las riendas de la carrera. Dries Devenyns guiaba a Julian Alaphilippe hacia adelante y el francés lanzó el ataque definitivo para separar el grano de la paja. Tan solo Fuglsang se movió con él en el Eyserbosweg con Matteo Trentin (MTS) por detrás intentando enlazar sin éxito. Tras coronar la cota, Michal Kwiatkowski (Sky) y Michael Woods (EF) se unieron a Trentin y la diferencia entre los dos grupos principales fue de alrededor de quince segundos. El pelotón perdió un minuto y pareció vencido, pero todavía había uno que no opinaba de la misma manera.
En el Keutenberg, la brecha con los corredores delanteros no estaba cerrada aún mientras se tomaba nota de ausencias llamativas entre los favoritos: Alejandro Valverde y Peter Sagan, ambos completamente fuera de carrera y desaparecidos. Entre los perseguidores, Woods tuvo que dejar ir a Trentin y Kwiato con mejor ritmo, quienes tenían a la vista a la pareja que iba por delante de ellos justo antes del último paso por el Cauberg. Un ritmo muy rápido de Fuglsang hizo que la diferencia volviera a aumentar.
En el pelotón, cuatro hombres de EF Education First se hicieron cargo del trabajo, pero los ataques de Jelle Vanendert (Lotto Soudal) y otros movimientos en el Cauberg no tuvieron ningún resultado. Fue un campo de batalla detrás de Kwiatkowski y Trentin por el aparente objetivo de, al menos, subir al podio. Para la última subida del día, el Bemelerberg: Schachmann (Bora), Mollema (Trek) y Clarke (EF), entre otros, hicieron su apuesta personal por intentarlo.
Por delante todo era un espejismo. Mientras Fuglsang continuaba intentando deshacerse de Alaphilippe, sabiendo que el francés tiene un mejor sprint, los kilómetros finales fueron planos en dirección a la carretera ancha y atípica en Berg y Terblijt. En el exceso de celo entre Alaphilippe y Fuglsang se les unió a la fiesta Kwiatkowski, que pudo entrar en cabeza en los últimos 500 metros y poner su opción encima de la mesa como en 2015 con el arcobaleno.
Pero volvamos por un momento atrás, cuando todo parecía resuelto y todo finalizaría con un previsible sprint entre Alaphillipe y Fuglsang, a 6,6 kms del final era el propio Van der Poel creando un grupo numeroso al salir de Bemelerberg en un movimiento a priori desesperado con un grupo entero a su rueda sin otorgar siquiera un solo relevo. Poco a poco iniciaba, lo que parecía una utopía entonces, a restar segundos a los rivales que tenía por delante segando las esperanzas de raíz a los que iba atrapando y a los que iban con él. Mientras delante racaneaban entre ellos, por detrás una locomotora venía atropellando a todo lo que se opusiera en su camino, al fin y al cabo no era otro el camino que pudiera darle alguna opción.
En los últimos 300 metros se unió a los tres corredores delanteros y comenzó otra carrera, una en la que quienes debían haber luchado por la victoria vieron pasar a otro que lo ansiaba. Eso hizo la diferencia, MvdP hizo despertó del sueño a los demás y convirtió el suyo en realidad. Y lo hizo nada menos que 29 años después de que lo consiguiera su padre Adrie, que lo logró a los 30 y lo que sería una de su grandes victorias en toda su dilatada carrera. Su hijo, Mathieu, acaba cerrando una página de su historia en el debut a los 24.
El podio lo completarían el australiano Simon Clarke, en otro papel destacado de un EF Education First, y el danés del Astana Jakob Fuglsang. Alaphillipe ni siquiera obtuvo el premio menor de subir al podio en otra derrota directa con Van der Poel cuando éste compite de tú a tú con el francés que estaba siendo la sensación de la primavera hasta el momento. Con esta victoria, MvdP llena el botín en esta primavera en su debut con nada menos que A través de Flandes, GP Denain, Flecha de Brabante y la joya de la corona en su patria, Países Bajos, el AGR.
DECLARACIONES
Alejandro Valverde. “En la parte final me he quedado vacío, sin fuerzas, sin piernas. Ha hecho mucho calor y el cuerpo no ha respondido como quería. Hay que aceptar las cosas como vienen. Cuando uno lo da todo, hay que estar conforme”.
Alaphillipe. “Estaba muy motivado para tener una buena carrera y todo fue muy bien para nosotros, con Dries (Devenyns) marcando un gran ritmo y yo con el acelerador a punto. En los últimos tres kilómetros Fuglsang dejó de trabajar y asumí la responsabilidad con el viento en contra. La brecha parecía ser lo suficientemente grande como para llegar con Fuglsang al final, pero los otros vinieron desde atrás muy rápido. Estoy un poco decepcionado, pero no hundido y no puedo esperar a las próximas carreras”.
Van der Poel. “Es increíble ganar aquí, no creía que pudiera ganar. Pensé que los dos de cabeza se habían ido, luego nos acercamos y estaban frente a mí en la recta final, corrí tan fuerte como pude porque quería ganar”. Antes de su memorable sprint, el líder del equipo de Corendon-Circus explicaba su ataque a más de 40 kilómetros del final. «Quería salir con un grupo, pero probablemente no era el momento adecuado, Alaphillipe y Fuglsang atacaron en la siguiente subida, todavía detrás en el pelotón y no pude seguirles. Pensé que se lo jugarían entre ambos pero, no sé cómo lo hicimos, volví y ahora puedo sonreir».
Clasificaciones Completas 54ª Amstel Gold Race (1.UWT)
Info: Ciclo 21
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