Treinta y cuatro años después de la victoria de su padre, Adrie, en el Tour de Flandes, el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix) se alzó con la victoria, mano a mano con el belga Wout Van Aert (Jumbo-Visma), en la 104 edición de la clásica flamenca, el último monumento de una temporada ciclista marcada por la pandemia.
Los dos grandes favoritos, ambos tricampeones mundiales de ciclocross, recorrieron juntos los últimos 35 kilómetros, una vez que el campeón mundial, el francés Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quickstep), sufría una caída tras chocar con una moto del jurado técnico, cuando formaba con ellos un trío de lujo en cabeza.
Van der Poel batió por escasoso centímetros a su compañero de fuga, y el noruego Alexander Kristoff (UAE Emirates), el más rápido del grupo perseguidor, se hizo con la tercera plaza.
Con un recorrido algo más corto de lo habitual -243 km-, se presentaba este año atípico una de las carreras más exigentes del calendario, con sus míticas cotas (17) y tramos de pavé (14), y una larga lista de aspirantes a suceder a Alberto Bettiol (EF) en el palmarés, pero tres favoritos claros en las apuestas: Wout Van Aert (Jumbo-Visma), Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix) y Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quickstep), reciente campeón del mundo.
Junto a ellos, y para culminar la temporada de monumentos de este 2020, nombres como el propio Bettiol y su compañero en Education First, Sep Vanmarcke, Tim Wellens (Lotto-Soudal), Oliver Naesen (AG2R), Max Schachmann (Bora-Hansgrohe), Mads Pedersen (Trek-Segafredo), Stefan Küng (Groupama FDJ) o Michal Kwiatkowski (Ineos-Grenadiers), auguraban una carrera vibrante.
Con tiempo frío, pero seco, se daba la salida en Amberes a las 10 de la mañana. En el horizonte, esperaban los platos fuertes del día: Koppenberg (600 metros, 11% de media), Paterberg (260 metros, 13%, dos pasos, el último a 14 km de meta) y el Oude Kwaremont (2,2 km, 4%, tres pasos), entre muchas otras cotas nada despreciables. Por el camino se quedaba el mítico Kapelmuur, ausente en esta edición, fruto del recorte en el recorrido.
De Ronde daba inicio a un elevado ritmo, en busca de la habitual fuga de la jornada, antes de que llegaran las cotas y los tramos adoquinados, a partir del km 85 aproximadamente. Transcurridos unos 30, se establecía un grupo destacado en cabeza, formado por Mühlberger (Bora-Hansgrohe), Van Hoecke (CCC), Batistella (NTT), Peyskens (Bingoal), Van Poppel (Circus-Wanty), Van den Bossche (Sport Vl-Baloise). La fuga, con el visto bueno del pelotón, comandado por Jumbo-Visma y Trek-Segafredo, estabilizaba su ventaja rápidamente en torno a los siete minutos.
Los escapados afrontaban los primeros tramos adoquinados, a 158 km del final, con una ventaja cercana a los 8’ sobre un pelotón donde los Deceuninck-Quickstep comenzaban a aparecer en cabeza, al ritmo –aún tranquilo- del incombustible Tim Declercq. Mühlberger, mientras tanto, tenía la mala suerte de caerse al suelo, al intentar deshacerse de la bolsa de avituallamiento, y perdía contacto momentáneamente con sus compañeros de fuga.
Al primer paso por el Oude Kwaremont, con 125 km aún por delante, no se daban movimientos relevantes, ni en el grupo cabecero ni en el pelotón. Lo más destacado en esos momentos de la carrera era una caída en el seno del grupo, con Van Aert, Wellens y Elósegui como principales afectados. El ritmo se incrementaba poco a poco y todo un ilustre, Edvald Boasson Hagen (NTT), intentaba saltar desde el pelotón para buscar un poco de protagonismo.
100 km para meta, y turno para el Wolvenberg, donde nombres importantes comenzaban a moverse en cabeza del pelotón: Lampaert, De Bondt… la tensión se mantendría en el tramo adoquinado posterior, el Holleweg, y el pelotón se estiraba, lanzándose definitivamente la carrera, con numerosas intentonas de ruptura.
La consecuencia inmediata del incremento del ritmo era la muerte anunciada de la fuga, que se plantaba en el segundo paso por el Oude Kwaremont con menos ya de un minuto y un intregrante menos, por la caída de Peyskens. Otra caída en cabeza del pelotón dejaba fuera de combate, momentáneamente, a Sep Vanmarcke, que tendría que luchar duro para volver a entrar en el grupo de los favoritos.Stybar marcaba el ritmo en el pelotón, seguido de Alaphilippe, Van Aert, Van der Poel, y el resto de favoritos. El relevo lo tomaba Asgreen, camino del Paterberg, dejando claro que el Wolfpack estaba endureciendo la carrera para el campeón del mundo. De momento, Stefan Küng, quedaba ya fuera de la pelea.
Superado el Paterberg, a 50 km, la escapada llegaba a su fin, y los capos comenzaban a aparecer en cabeza, como Van der Poel, Naesen o el propio Alaphilippe, que en compañía de su compañero Devenyns y Dylan van Baarle, hacía saltar las alarmas en los rivales, tomando unos metros de ventaja, y obligando a cerrar el hueco al resto de equipos.
Alaphilippe volvía a intentarlo en el mítico Koppenberg, obligando a reaccionar a Naesen, Van der Poel y Van Aert. El campeón del mundo se marchaba con potencia, enlazando con Turgis y haciendo camino. Van Aert y Van der Poel no tenían más remedio que entenderse para acabar con el órdago del campeón del mundo, conformando un grupo cabecero con Naesen, Van Baarle, Stuyven y Bettiol, al que se sumarían posteriormente más corredores como Benoot o Vanmarcke, y descartándose otros rivales como Mads Pedersen.
Y como no hay dos sin tres, hablando de Alaphillippe, en el siguiente tramo de pavé, volvía a tensar el ritmo, llevándose consigo solo a Van der Poel. Completando el trío cabecero soñado, Van Aert enlazaba en el Taaienberg, a falta de 37 km para el final. Por detrás, Bettiol, Asgreen, Bettiol y Madouas, conformaban el grupo perseguidor, pero sin el mismo entendimiento que los de cabeza.
Pero cuando todos los aficionados estaban soñando con un final de vértigo, entre los tres grandes favoritos, Julian Alaphilippe chocaba contra una moto de jurado, dando con sus huesos en el suelo y dejando solos en cabeza al dúo de genios, Van Aert y Van der Poel, que incrementaban progresivamente su ventaja. Por detrás, el pelotón comandado por Benoot, Kristoff, Bettiol y compañía entraban a colaborar, sabiendo que por delante se marchaba la victoria.
Último paso por el Oude Kwaremont, y más de un minuto de ventaja para los ‘chicos del ciclocross’, con 19 km para el final. El campeón neerlandés marca el ritmo en la parte inicial, y el ciclista belga en el tramo final, sin que haya ataques entre ellos ¿Se estarían reservando para el sprint final? Tenía toda la pinta… Por detrás, a la desesperada, Naesen dejaba al resto de rivales, en busca de las migas del tercer puesto, pero era neutralizado posteriormente.
Turno para el Paterberg, última cota, de nuevo con Van der Poel marcando el ritmo, y Van Aert pegado a su rueda. Marcaje cerrado. Cero movimientos. Salvo desgracia, la victoria se decidiría al sprint, mientras la lluvia volvía a hacer acto de presencia. Ya en el último kilómetro, fin de la colaboración e inicio de la tensión entre los dos cracks. Observación, vigilancia… y un grupo perseguidor que se acerca como una manada de lobos.
Es el momento, a 200 m del final, cuando Van der Poel decide lanzar el sprint, llevándose pegado a su rebufo a Van Aert, que poco a poco va remontando hasta casi poder superar a su eterno rival sobre la línea de meta. En esta ocasión, la gloria, cae de lado de Mathieu van der Poel, que se adjudica su primer monumento, ante el mejor rival posible.
Clasificación del Tour de Flandes 2020:
1. Mathieu van der Poel (NED/Alpecin-Fenix) – 5:43:22
2. Wout Van Aert (BEL/Jumbo-Visma) – m.t.
3. Alexander Kristoff (NOR/UAE Emirates) a 0:08
4. Anthony Turgis (FRA/Total-Direct Energie) a 0:08
5. Yves Lampaert (BEL/Deceuninck-Quick Step) a 0:08
6. Dimitri Claeys (BEL/Cofidis) a 0:08
7. Oliver Naesen (BEL/AG2R-La Mondiale) a 0:08
8. Dylan van Baarle (NED/Ineos) a 0:08
9. John Degenkolb (GER/Lotto-Soudal) a 0:08
10. Tiesj Benoot (BEL/Sunweb) a 0:08
Info: Ciclismo a Fondo
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