El holandés Dylan Groenewegen (Jumbo Visma) consigue alzarse con la victoria en Saint-Germain-en-Laye, primera etapa de la París-Niza, en un sprint ajustado con el australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) por escasos centímetros en un grupo reducido.
Groenewegen se convierte en el primer líder de la ronda World Tour francesa y suma su segunda victoria de la temporada y la novena para su equipo en lo que va de año.
Viento, en ocasiones lluvia, pero sobre todo las fuerzas intactas y las ganar de ser protagonistas en el terreno donde pueden brillar los más trotones son los ingredientes perfectos para que se desate el caos en el pelotón. Paris Niza tiene el sobrenombre de “La carrera al Sol” por su itinerario orientado hacia las calmadas aguas del Mediterráneo, pero esconde trampas que solo conocen los que han vivido mil y una batallas en la primer cita con el World Tour para los galos. Viento, viento y más viento es el mantra que repetirá aquel profesional que haya rodado por el mes de marzo por su carreteras, un auténtico placer para los rodadores más experimentados pero un via crucis de sufrimiento para los afinados escaladores. Ya tendrán opción de resarcirse, pero este domingo ha sido tomado en pleno por una de las suerte más espectaculares de observar, los abanicos.
Vendaval de aire que influyó de manera decisiva en el transcurso de la carrera. Para empezar el ganador español en 2018, Marc Soler (Movistar), se dejaba 1’03” junto a los colombianos Esteban Chaves(Mitchelton-Scott) y Daniel Martínez (EF Education First). Demora aún mayor, cerca de tres minutos, para Diego Ulissi (UAE), Louis Meintje (Dimension Data), Domenico Pozzovivo (Bahrain-Merida), Simon Spilak (Katusha-Alpecin) y Fabio Aru (UAE). No hubo compasión para los menos hábiles y en forma baja.
Los protagonistas del inicio fueron Amael Moinard (Arkéa-Samsic), Damien Gaudin (Direct Energie) y Romain Combaud (Delko-Marseille-Provence) que formaron un trio de fuga nada más el inicio. Groupama-FDJ sería elencargado más tarde de encabezar la búsqueda de la fuga y encontrar las mejores posiciones previendo lo que pudiera ocurrir y que finalmente ocurrió.
A 45kms de la llegada a Saint-Germain-en-Laye todo saltó por los aires. En este punto se contaban tres abandonos con la figura del aussie Michael Matthews como la más relevante, nervios y cuneta forzada habían producido lo inevitable en estos casos, las caídas y no fueron pocas pero tampoco graves. Inmediatamente después de la reunificación del pelotón, gracias a una zona particularmente expuesta al viento, el grupo de cabeza comenzó resquebrajarse en varios pequeños pedazos como una porcelana estallada en el suelo. Intentaron aprovecharlo, a menos de 30 kilómetros de la línea de meta, Siskevicius, Gaudin y Barguil, pero su intento se fundió inmediatamente después de la Côte de Beule, conquistada por Gaudin.
Después de un breve período de calma, Luis Léon Sanchez (Astana) se movió para sumar segundos en el punto intermedio de Les Flambertins, pero Egan Bernal y Michal Kwiatkowski se mantuvieron atentos en el siguiente paso y desactivaron la idea del murciano. Desde entonces, arreones de un envalentonado Kwiatkowski que rodeado de sus pretoriano Rowe y Geoghegan quisieron romper lo que quedaba de vajilla. Pero el buen control de Jumbo Visma y Deceuninck-Quick-Step dejaba a las claras que la decisión por la etapa estaba tomada hasta la línea de meta sin antes un rejuvenecido Philippe Gilbert a dos kilómetros del final, tuviera la osadía de echar un pulso final. Un juguete en manos de las flechas neerlandesas que en cuanto vieron la pancarta de los mil metros para la llegada no dieron tregua a su rivales. Salvo por Ewan, que casi les roba lo que tan bien y hábilmente habían recaudado. Una gota más de incertidumbre por si no había sido suficiente.
Declaraciones
Caleb Ewan: “Estuve muy cerca de la victoria, fue un sprint cara a cara en el que me mantuve dentro del pelotón al principio protegido del viento hasta que pude saltar. Luego me agarré a la rueda de Groenewegen pero terminé segundo. Toda la carrera muy agitada a causa de la abanicos. Roger Kluge y Nikolas Maes hicieron un excelente trabajo para mantenerme delante. Es una lástima que no ganara, mañana es una nueva oportunidad que esperemos tenga un mejor resultado para mí”.
Groenewegen, entusiasmado del trabajo de sus compañeros. “El equipo estuvo fantástico. Mis compañeros hicieron un gran trabajo al protegerme bien y mantenerme fuera de problemas todo el día “, declaraba el nuevo líder valorando la dureza de la etapa. “Fue una etapa corta, pero muy difícil debido al viento. La salida fue buena y me alegro de haber podido terminarla. Ewan estuvo muy cerca, pero supe de inmediato que había ganado. Fue un día típico neerlandés: mucho viento, muchos abanicos y lucha continua por las posiciones. Sabíamos de antemano que esto podría suceder. Es asombroso, el hecho de que derroté a muchos de los más grandes velocistas y conseguí el maillot amarillo lo hace aún mejor. Estoy esperando las próximas etapas de sprint”.
Clasificaciones Completas 77ª París-Niza
Perfil de la 2ª etapa
Info y Fotos: Ciclo 21
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